martes, 30 de septiembre de 2008

♪ Shubi dubi daun dubi du daun daun

A pero de que cosas me toco acordarme este martes, arranque de semana. Pues no se porque, pero estaba yo en mi camita reflexionando en cosas triviales de la vida y recordé algunos momentos pasados de ella… como lo fue mi adolescencia. Recordé las estupideces que hice en ese “estado” de creer que todo era de lo mas cool y cuando lo recuerdas unos 10 años despues, te cubres la cara y piensas “que ridiculez”. Me acorde esta ocasión de mis amores de adolescente. Ahhh pero como olvidarlos. Recuerdo a mi primer novio de la secundaria, cuando en aquel tiempo yo no podía tener novio por “no tener edad” –según mi mamá- y no había celulares, ni mucho menos tenia una computadora con Internet para ponerme a platicar con el vía msn… así que nuestro contacto era por carta… ¡si!! Casi puedo asegurar que al menos una carta a la semana nos mandábamos. La cosa era simple porque teníamos nuestro cartero personal, quien era “mi cuñado” o sea el hermano de mi novio, que estaba en el salón de al lado. Así duramos mandándonos cartitas y hablando por teléfono (local) cada que se podía. Recuerdo con este mismo chavo una vez que nos enojamos o creo que terminamos “para siempre” (porque terminamos como 10 veces en el trayecto de un año jeje) y le llame para ponerle una canción de tristeza… Me quede callada y como era de esperarse contesto el mismo, así que de inmediato le puse play al cassette (¡o seaaa cassette! jajaja) para que la escuchara. La deje un rato y colgué. Al poco rato timbro mi teléfono (todavía no tenia o no existía el identificador de llamadas) así que conteste con naturalidad (aun sin haberle puesto stop a la música) para darme la sorpresa de que quien llamaba era el mismo al que le había llamado para quedarme callada y ponerle una canción amor sufrido!! Ahhhhh pero que vergüenza escucharlo preguntándome si yo le había llamado para ponerle una canción de Hombres G ¡y yo con la misma canción de fondo!! Y todavía lo negué rotundamente como si no fuera más que obvio. Luego siguió ahora si mi primer novio oficial y el plan de venganza contra mi primer novio no oficial. Ay Dios miooo, este si que fue un casoooooo…. Las peores humillaciones que he tenido en mi vida, sin duda. Fueron suficientes 3 meses de humillación, indiferencia y mal trato para que me obsesionara totalmente con el. A este llegue hasta llorarle a grito abierto afuera de su casa para pedirle que volviera conmigo. Le llegue a perdonar que perdiera (o vendiera o empeñara o regalara) un brazalete de oro -regalo de mi papá- valuado en mas de mil pesos hace 10 años y hasta le grabe un cassette con canciones de dolor que yo misma entregué en su domilicio… Que vergonozoso!! Sin duda… como digo al principio, me tapo la cara y pienso: “Que estupideces” aunque, después me ría y me burle de mi misma al recordar aquellos tiempos que con vergüenzas y todo, fue de mis mejores etapas, de mis recuerdos más chidos.

♪ Shubi dubi daun dubi du daun daun
Shubi dubi daun dubi du daun daun
Shubi dubi daun dubi du daun daun
Que triste es el primer adioooooos… ♪

Una de las canciones de mi grupo favorito todavía siendo una pibe.

3 comentarios:

Dylan Forrester dijo...

Todos tenemos un comienzo y un primer amor que nos inunda de nostalgia al recordarlo y como en tu caso y en el de muchos, es apenas un borrador de amor a la espera del verdadero.
Buen post.

Un abrazo...

Negro Sandía dijo...

jajajajja... recuerdo que en la prepa me la pasaba toda la mañana mandando papelitos con una chica que me gustaba... jajajaj que tiempos aquellos, recuerdo que tambien grabe uno que otro cassette de la radio jajajaja para regalar...

Que tiempos en que si querias la letra de una cancion tenias que escucharla y anotar, hoy en dia bajas la letra, la cancion, el video, el demo jajjaa y todo en un chistar de dedos..

No se porque.. se termino oh oh
era genial, era de lo mejor oh oh... jajaja

luis dijo...

yo tambien madnaba cartas... lastima que no tenga ninguna de esas cartitas ahora. y las que tengo no las quiero volver a leer. Un gusto encontrarte otra vez.